domingo, 23 de noviembre de 2008










Con mi papá en la conducción del XI Festival de la Asociación Bahiense de Patín.
15 de Noviembre de 2008 Club Estrella.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Un vestido rojo...OH MY GOD!!!!

Esta soy yo... aunque usted no lo crea. Conduciendo la Elección de la Reina Nacional del Básquet. Siglos sin lucir un vestido... gracias a Agus de "Sasha" (local 16 Galerías Plaza Bahía Blanca) que me vistió para el evento y me mandó la foto!!!

miércoles, 6 de agosto de 2008

Aparecida en acción!!!!!

Foto del Sábado 2 de Agosto con mi papá en Ingeniero White, conduciendo un Festival a beneficio de la Escuela número 40 del Barrio Saladero.

martes, 24 de junio de 2008

Más testimonios gráficos

Foto del día de hoy, con Juan Carlos Meschini (periodista deportivo, amigo y "compañero de banco" en LU2) y Manu Ginóbili en una visita al estudio. Ahora si que poso sin problemas! me dicen "foto!" y ahí estoy yo!!

martes, 17 de junio de 2008

Antes y Después...

AHORA, con mi papá Pipo Palacios y una sonrisa que denota los 4 kilos que me separan de mi peso.

ANTES, a una semana de comenzado el tratamiento (la fecha en la foto esta errada, debería decir 14/09/07). También me reía... pero de qué????

martes, 27 de mayo de 2008

ANALIA VAZQUEZ: ese firme y cálido vínculo que conecta a los pacientes del interior con el CTMR Buenos Aires

Cuando algún oyente me llama a la radio donde trabajo en la ciudad de Bahía Blanca para pedirme información sobre el Centro Terapéutico Máximo Ravenna suelo ofrecerme para acompañarlos en una especie de “tour de presentación”. Esto lo hago en virtud de saber a ciencia cierta lo que siente una persona excedida de peso toda vez que se acerca a un lugar donde pueden ayudarla a lograr su anhelada delgadez, con el enorme bagaje de sentimientos encontrados (ilusiones, temores, escepticismo) que esto conlleva.
Para los que comenzamos el tratamiento en Buenos Aires, llegar desde una ciudad mediana al “monstruo” de Capital presupone una doble tensión, ya que no solo estaremos acudiendo al posible sitio donde nuestros problemas por fin serán resueltos sino que nos encontraremos “solos y a dieta” en una urbe que por momentos parecerá devorarnos. Para mitigar la angustia, bajar los niveles de ansiedad y comenzar a transitar este camino único y esperanzador está Analia Vázquez. Ella es la dueña de las voluntades de aquellos que llegamos prácticamente desahuciados a Zapata 131. Puede decirse que es la primera “azafata”, la que nos espera cuando subimos a este avión imaginario y con firmeza y cordialidad nos da el instructivo del viaje que estamos a punto de realizar. Es la cara amiga para los que somos del interior y no queremos perder nuestra identidad en medio de tanta gente. Es la que nos llama todos los meses para saber como estamos. Es la que en los almuerzos y las cenas del VALE CLAVE se pasea por las mesas preguntando cómo nos sentimos brindándonos todo su apoyo. Es también la misma que el domingo a la noche, finalizado el encuentro, se queda en la puerta de la clínica esperando que llegue un taxi para que el último de los pacientes pueda retirarse sin inconvenientes.
En mi caso particular, el primer llamado de Analia fue recibido por mi mamá quien quedó absolutamente maravillada con el interés que había percibido en el diálogo. Estaba claro que no se trataba de un mero seguimiento tendiente a registrar el peso y conservar al paciente. Era mucho más. Las preguntas tenían que ver con mi estado de ánimo, con cuestiones puntuales relativas a la dieta, con sentimientos, sensaciones e infinidad de temas que las llevaron a hablar de mí durante 15 minutos. Si bien supe que la clínica del Dr. Ravenna era “mi lugar” desde un primer momento, tengo que reconocer que la omnipresencia de Analia es la que terminó de convencerme. Con ella me sentí acompañada, comprendida, contenida y “controlada” a 800 kilómetros de distancia.
Entonces, para los pacientes del interior, los pilares del tratamiento son CORTE, MEDIDA, DISTANCIA Y LA VOZ DE ANALIA VAZQUEZ en el teléfono una vez cada tanto!. Por su dedicación, por su calidad humana y por su mano firme siempre extendida un gracias enorme para esta infatigable trabajadora de la salud y también del afecto!
Te quiero mucho Analia!. Sos una ídola total!!!!!

jueves, 22 de mayo de 2008

La imagen corporal

Hace pocos días me encontré en la calle con una ex compañera de los grupos de ALCO, lugar al que asistí en forma intermitente durante los últimos 18 años, casi en el mismo momento en el que tomé conciencia de esta enfermedad y decidí ponerme en manos de “los que saben”. Demás está decir que este sistema no me devolvió los resultados esperados, ya que los grupos me resultaban tediosos (terminaba abandonándolos sistemáticamente) y los kilos bajados nunca pudieron ser sostenidos en el tiempo. Esta señora que me crucé la semana pasada, al verme con 34 kilos menos me dijo: “lo lograste!”. La frase me quedó dando vueltas en la cabeza, lo analicé y concluí en que es extraño lo que sucede en la psiquis de quien convivió durante tantos años con semejante sobrepeso. Se produce una especie de disociación que impide valorar en su totalidad la magnitud de los resultados obtenidos. Solo recuerdo mi fisonomía anterior cuando veo alguna foto, el tiempo restante, en su mayoría, lo paso sintiendo que eso nunca pasó. Por otro lado, cuando la gente me ve exclama: “sos otra!” y yo pienso: NO!, NO SOY OTRA, SOY YO! SOY MAS YO QUE NUNCA! Soy la persona que nunca debí haber dejado abandonada tras todas esas capas de grasa. Lo que si tengo presente es la gran cantidad de energía que gastaba en pretender disimular lo evidente, recorriendo negocios de ropa de señora y comprando lo que me “entraba”, no lo que me gustaba. También creía que cultivar una personalidad agradable a los ojos de los demás era una manera de evitar o disfrazar “la mirada real” de los demás hacia mi cuerpo. Como si una sonrisa a tiempo impidiera que el interlocutor de turno notara el tamaño de mi anatomía.
No cabe duda que el empuje y el optimismo que ostento hoy por hoy son el resultado de la transmutación de toda esa energía mal aprovechada.
Y como broche de oro, para ilustrar este relato con palabras del Dr. Máximo Ravenna, les dejo algunas citas del libro “Una delgada línea entre el exceso y la medida”.
“¿El obeso se reconoce realmente como una persona gorda, o sólo se da cuenta cuando se lo confronta con un número de la balanza o con una foto?. Es tan sobreadaptado, tan negador, que piensa que los gordos son los otros gordos y no él?. Frecuentemente un obeso no advierte la propia imagen corporal. La persona se aguanta gorda porque la mayor parte del tiempo no se ve así o no se ve tan gorda como está.
Me gustaría expresar un mensaje de optimismo: creo que es importante “honrar la vida”: sacarle lo mejor, transformar los pronósticos malos en buenos y plantearse desafíos que valgan la pena. Por lo tanto, invito a quienes hace tiempo que no se detienen frente a un espejo, a que lo hagan y observen qué sucedió. Si no se reconocen en esa imagen que los refleja, quizás sea hora de generar un cambio”.
Una vez que hayamos puesto en práctica las herramientas para lograr una salida del laberinto de la obesidad, ingresaremos a otro lugar. Así, más que en una salida, la culminación de este laberinto deviene una nueva entrada, el umbral de un cambio para rescatar el cuerpo olvidado dentro de nosotros.”
En esta foto con mi peso máximo estoy siendo entrevistada por Rubén Baltián. Debería invitarme de nuevo! Otra oportunidad!