jueves, 22 de mayo de 2008

La imagen corporal

Hace pocos días me encontré en la calle con una ex compañera de los grupos de ALCO, lugar al que asistí en forma intermitente durante los últimos 18 años, casi en el mismo momento en el que tomé conciencia de esta enfermedad y decidí ponerme en manos de “los que saben”. Demás está decir que este sistema no me devolvió los resultados esperados, ya que los grupos me resultaban tediosos (terminaba abandonándolos sistemáticamente) y los kilos bajados nunca pudieron ser sostenidos en el tiempo. Esta señora que me crucé la semana pasada, al verme con 34 kilos menos me dijo: “lo lograste!”. La frase me quedó dando vueltas en la cabeza, lo analicé y concluí en que es extraño lo que sucede en la psiquis de quien convivió durante tantos años con semejante sobrepeso. Se produce una especie de disociación que impide valorar en su totalidad la magnitud de los resultados obtenidos. Solo recuerdo mi fisonomía anterior cuando veo alguna foto, el tiempo restante, en su mayoría, lo paso sintiendo que eso nunca pasó. Por otro lado, cuando la gente me ve exclama: “sos otra!” y yo pienso: NO!, NO SOY OTRA, SOY YO! SOY MAS YO QUE NUNCA! Soy la persona que nunca debí haber dejado abandonada tras todas esas capas de grasa. Lo que si tengo presente es la gran cantidad de energía que gastaba en pretender disimular lo evidente, recorriendo negocios de ropa de señora y comprando lo que me “entraba”, no lo que me gustaba. También creía que cultivar una personalidad agradable a los ojos de los demás era una manera de evitar o disfrazar “la mirada real” de los demás hacia mi cuerpo. Como si una sonrisa a tiempo impidiera que el interlocutor de turno notara el tamaño de mi anatomía.
No cabe duda que el empuje y el optimismo que ostento hoy por hoy son el resultado de la transmutación de toda esa energía mal aprovechada.
Y como broche de oro, para ilustrar este relato con palabras del Dr. Máximo Ravenna, les dejo algunas citas del libro “Una delgada línea entre el exceso y la medida”.
“¿El obeso se reconoce realmente como una persona gorda, o sólo se da cuenta cuando se lo confronta con un número de la balanza o con una foto?. Es tan sobreadaptado, tan negador, que piensa que los gordos son los otros gordos y no él?. Frecuentemente un obeso no advierte la propia imagen corporal. La persona se aguanta gorda porque la mayor parte del tiempo no se ve así o no se ve tan gorda como está.
Me gustaría expresar un mensaje de optimismo: creo que es importante “honrar la vida”: sacarle lo mejor, transformar los pronósticos malos en buenos y plantearse desafíos que valgan la pena. Por lo tanto, invito a quienes hace tiempo que no se detienen frente a un espejo, a que lo hagan y observen qué sucedió. Si no se reconocen en esa imagen que los refleja, quizás sea hora de generar un cambio”.
Una vez que hayamos puesto en práctica las herramientas para lograr una salida del laberinto de la obesidad, ingresaremos a otro lugar. Así, más que en una salida, la culminación de este laberinto deviene una nueva entrada, el umbral de un cambio para rescatar el cuerpo olvidado dentro de nosotros.”
En esta foto con mi peso máximo estoy siendo entrevistada por Rubén Baltián. Debería invitarme de nuevo! Otra oportunidad!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

creo que...realmente te mereces otra oportunidad!!no sólo por el cambio, sino también por la mirada ¡eso sí es un cambio! todavia no me explico cómo lo conseguiste... besos

marga

Anónimo dijo...

POrque desde 2008 no postea mas? Que paso? Habra recuperado el peso? se enfermo? Donde esta?

Unknown dijo...

Tengo obesidad mórbida y estoy en tratamiento con resultados positivos que me ponen muy feliz. Pero no estoy de acuerdo con la idea de que la persona obesa no se reconoce obesa. Ese no es el problema. Lo que ocurre es que si los kilos de más no son más de 10, normalmente creemos poder manejarlos. Cuando quiero los bajo. Pero al no tomar consciencia del riesgo y la importancia de un cuerpo saludable, nos dejamos estar hasta que el sobrepeso se vuelve incontrolable, o al menos mucho más difícil de controlar. Desde que engordé, siempre supe que estaba gorda, el problema es que hasta hace poco tiempo no hice nada por revertirlo.